No se me ocurre un mejor momento para lucir un vestidazo y complementos maravillosos que la boda de alguien importante para nosotras. A la ilusión por ver casarse a personas queridas, se une el sentimiento de querer estar a la altura de las circunstancias, convirtiéndonos en, por qué no, la invitada perfecta.

Porque, por supuesto, doy por hecho que en tal ocasión todas nosotras, sin excepción, queremos causar una buenísima impresión. Es por ello que en el post de hoy y de la mano de mi gran amiga María Montaña Redondo Antón, directora de One Look Escuela de Protocolo e Imagen, os voy dar una serie de tips o consejos que os  pueden ayudar.

Vamos allá:

1- En primer lugar, tened siempre en cuenta que la invitada perfecta acude a la iglesia o al juzgado y está presente durante toda la ceremonia, hasta que ésta acabe. En el caso de una boda religiosa, debéis cubriros con un chal los hombros (en el caso de que el vestido lleve tirantes)  o el escote, si éste resulta ser muy pronunciado.

2-  La única asistente que debe vestir de blanco es la novia (salvo que asistamos a una boda de estilo ibicenco).  Puede que exista un «dress code» a petición de los novios. En este caso, debéis de informaros bien y  seguirlo al pie de la letra.

3- El protocolo dicta que lo adecuado en una boda de día es lucir un vestido corto (ojo, no minifalda) salvo que, obviamente, seas la novia o la madrina. Los monos también tienen cabida en este tipo de bodas.

4- Sin embargo, en una boda de noche, lo ideal será asistir con un vestido largo. En este caso, sí se admiten los tejidos enriquecidos con pedrerías o lentejuelas. 

5- La invitada perfecta usa siempre zapato con tacón (si su salud no se lo impide): estiliza muchísimo la figura, lleves falda o vestido.

6- Para el caso de las bodas de día, pensad en lucir un tocado. Si optas por un vestido sencillo, un bonito tocado le dará un aire sofisticado convirtiéndose  en el complemento perfecto y completando tu look. Salvo que decidáis lucir una pamela (complemento que el protocolo dicta que sólo debe lucirse en ceremonias de día) y, por lo tanto, te impida moverte con facilidad, intentad llevarlo durante toda la velada.

7- Y si os apetece, en una boda de noche, podéis sustituir el tocado por un recogido, un moño alto o una «cola de caballo». No hace mucho, publiqué un post con mis peinados recogidos de fiesta favoritos. Os animo a que le echéis un vistazo, por si os puede servir de inspiración.

8- La regla «menos es más»  suele dar resultado en este tipo de ocasiones. Si el vestido es de lineas sencillas, un par de pendientes vistosos pueden ser un gran acierto pero si el vestido ya es de por si llamativo, habrá que ser un poco «más cautelosa» con este tipo de complementos porque, de lo contrario, podremos obtener como resultado un look excesivo y, por lo tanto, en absoluto elegante.

9- En este tipo de ocasiones, la elección del peinado y el maquillaje cobra vital importancia. Para las bodas de día os aconsejo lucir un maquillaje natural, sin embargo, para la noche sí os podéis permitir utilizar colores más intensos y fuertes.

10- Y por último, María Montaña nos recuerda que el bolso no tiene porqué llevarse a juego (atrás quedaron los tiempos en los que se llevaban forrados con la tela del vestido), es más, puedes jugar con él y convertirse en el complemento que «rompa» con un vestido monocromático.

Espero que este post os haya servido de orientación y por supuesto, estaré más que encantada contestando a vuestros emails con vuestras dudas o sugerencias.

Look de Masum Karimi Complementos de Silvia Barca Estilismo de Raquel Montiel Soto Peluquería y maquillaje de Damaris Camacho Fotografía de Tania Albala
Gracias a María Montaña Redondo Antón por su colaboración en este post.

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